AVISO. POR LA NATURALEZA DE LOS TRABAJOS DE ESTE BLOG, EL ARGUMENTO E INCLUSO EL FINAL DE LAS PELICULAS SON REVELADOS.

martes, 29 de julio de 2025

OH, CANADA (Paul Schrader, 2024): De una vida como ficción.

Cuando no tienes futuro solo te queda el pasado, y si tu pasado es una mentira como el mío, sobre todo para tus más allegados, una ficción, entonces no existes salvo como personaje de ficción. (Leonard Fife)

Oh, Canadá, es la última película de Paul Schrader, quien lleva a la pantalla de nuevo una novela de Rusell Banks, de quien ya había dirigido (1997) otra de sus grandes novelas: Aflicción  (1992), ya comentada en este blog (pulsar aqui para ver la entrada). La película nos muestra a Leonard Fife, un reconocido director de documentales ya mayor y enfermo, afectado de un cáncer terminal (interpretado por Richard Gere) que llegó a Canadá muy joven (interpretado por Jacob Elordi) como objetor de consciencia de la guerra de Vietnam, y cuya obra cinematográfica aparece como la de alguien políticamente comprometido. "Tu trayectoria es un emblema: el cine político" dicen Malcolm (Michael Imperioli), quien junto a Diana (Victoria Hills), quieren realizar un documental sobre su profesor y maestro y en el que quieren que "este documental hará que Leonard Fife sea relevante en la memoria colectiva canadiense como Glenn Gould. Resucitará todas sus películas, y hará que el público reflexione acerca de qué significa ser un artista comprometido. Desde tu postura contra la guerra hasta tu obra más reciente ... Quedará retratado en toda su humanidad"

La película tiene un tono decididamente experimental mostrando la inquietud de un director como Paul Schrader, quien entremezcla el recuerdo con el presente, el color con el blanco y negro y el ir y venir de recuerdos que aparecen ubicados en el tiempo de una manera no lineal, con lo que se nos destaca también el pensamiento confuso de un enfermo terminal. Sin olvidar el tono melancólico de las canciones y de la música de Matthew Houck - Phosphorescence -, que acompaña distintos momentos de la película.



I. LA DIFÍCIL INTIMIDAD. 

                                                                                                     he estado mucho tiempo contra esta noche, 
                                                                                                     he sido un desastre toda mi vida.
                                                                                                                         (Endless, - Phosphoresence -)

El párrafo con el que inicio esta entrada es el núcleo alrededor del que pivota toda la película y que, aunque nos afecta a todos, se nos presenta con claridad en seres humanos que, sea en el campo que sea, han destacado por su faceta creadora y la brecha que existe entre su creación y el ser humano como creador en toda su dimensión, algo que Leonard pone de relieve en este párrafo cuando dice que la mentira sobre el ser humano para salvaguardar la obra le deja como personaje de ficción. Es por ello que ya nos llama la atención de que es imprescindible que en el rodaje del documental esté presente su pareja Emma (Uma Thurman): porque se trata especialmente de un acto de intimidad, de esa difícil intimidad que, en ocasiones, es reconocer que hay otro ser más allá del personaje, y que su creación y la imagen que se une a ella va unida a la totalidad de su ser: a las luces y a las sombras.

Esta dificultad de reconciliar la obra con el ser humano lo muestra especialmente Emma, quien en diferentes ocasiones, y ante las revelaciones que hace de su vida Leonard, insiste a Malcolm en que no pueden hacerle esto, o intentando justificar que sus revelaciones son productos de la confusión provocada por la enfermedad y la medicación: "Esto es muy duro para mí Leo, porque ya sé que no soy yo la que está enferma, pero esto parece una especie de confusión póstuma. Estás agotado, la medicación te está emborronando la mente cariño, estás confuso, y cuentas cosas que no deberías contar ante una cámara..."  


Y, sin embargo, Leonard insiste: "habréis presenciado como le revelo a mi mujer, a mi hermosa mujer, con que tipo de hombre se casó. Será la confirmación de que entre un hombre y su esposa existió una intimidad..." Porque la intimidad solo pueder ser tal cuando es honesta, y que más honesto que poder compartir con quien se ha convivido durante más de treinta años la totalidad y no solo el personaje.

II. LA DIFÍCIL JUVENTUD: UNA HISTORIA DE ABANDONOS.

                                                                                                            Un cobarde esta mañana,

                                                                                                            oscuro tras haberse echado atrás,

                                                                                                            y ninguna explicación

                                                                                                            podría jamás explicarlo del todo. 
                                                                                                            (All of it, all, - Phosphoresence -)

Leonard se remonta a su juventud, al día en que tomo un avión para dirigirse a Vermont, para firmar el contrato de profesor de literatura en la Universidad de Goddard (Goddard College) y comprar una casa en la que se trasladarían a vivir con Alicia (Kristhine Froseth), su esposa embarazada y con su pequeño hijo Cornel. Justo al cruzar el mostrador del vuelo dice: "De pronto sentí vértigo, como si estuviera a punto de ocurrir algo, una gran revelación que afectaría a todos los pasajeros, como si el avión estuviera a punto de explotar y yo fuera a ser el único superviviente."  

A partir de ese momento Leonard nos presenta un joven inconformista que a los 18 años quiere irse de casa para ir a Cuba, pero que, en realidad es un joven sin rumbo que va dando tumbos... De camino a Cuba conoce en San Petersburgo (Florida) a Amy (Penelope Mitchell), una joven de 18 años con la que se casa a los cuatro meses, estando ya embarazada de uno mientras, paralelamente, muestra esa rebeldía arrogante y egocéntrica de un joven con aires intelectuales que sin haber escrito aún una página critica a otros novelistas de la generación anterior como James Jones, autor de "De aquí a la eternidad", o como dice el Leonard enfermo: "quiere ser considerado escritor mucho más de lo que quiere escribir".  No tarda en conocer a Amanda (Megan Mackenzie), pianista de jazz, con la que engaña a Amy y que, como cuenta ante la cámara: "No hay otra forma de escapar de dos alternativas inaceptables que creando una tercera." Y así surgió Alicia. Leonard, ante la cámara, dice de ese joven "que no sabe definir el amor porque nunca ha amado a nadie." 

Y, no obstante, ¿quién sabe amar a los veinte años? ¿Quién sabe definir lo que es el amor a esa edad? Hay todo un entramado en el que se confunden la intensidad del deseo y del sentirse deseado, el seducir y sentirse seducido, la intensidad del enamoramiento y del desamor... el sentirse importante y especial o despreciado y abandonado, la posesión y el desapego. Intensidad que se desplaza en un ir y venir entre el placer y el dolor, que llena y vacía, que daña y nos daña, para ir engendrando un sufrimiento que, con mayor o menor consciencia, progresivamente, va habitando nuestra alma.

Me imagino a Leonard Fife como uno de aquellos niños que el adolescente Holden Caufield (El Guardian entre el centeno - J. D. Salinger -) habría querido evitar que más allá de los límites del campo de centeno se abismara al precipicio, a ese precipicio que para un niño es el camino que le dirige de la adolescencia para hacerse adulto.

III. LA ENCRUCIJADA COMO HUIDA: EL ABANDONO DE SÍ MISMO.

                                        Lo que pasa con las vidas

                                        es que a veces hay que ser cruel.

                                        Es triste que sea triste,

                                        pero no dejes que eso te apague.

                                        No, para vivir hay que morir,

                                        sí, y más de una vez.

                                        Debes besarla y decirle adiós,

                                        nunca volver a esa vida.


                                        (All of it, all, - Phosphoresence -)


Tras partir en el vuelo de avión hacia Vermont, y en los dos días que pasan hasta su prevista vuelta, Leonard visita Straford, su pueblo natal, y se hospeda en la casa de su amigo pintor y también profesor del Goddard College, Stanley Reinhart. Al poco de llegar recibe la noticia de que Alicia ha perdido el segundo hijo que esperaban... Decide volver al día siguiente, pero durante la noche tiene un encuentro sexual con Gloria, la pareja de Stephen... Temprano por la mañana parte, pero al llegar a la encrucijada para tomar la dirección de vuelta a casa (Massachusetts), y tras parar por unos instantes en los que parece dudar, toma la dirección opuesta, hacia Canadá...

Es interesante pararnos en este momento, porque tenemos aquí el tema de "la encrucijada", y en el cual es esencial "la parada" (dure el tiempo que dure) previa a la decisión, puesto que ella es la que determina la consciencia con la que la decisión es tomada, es decir, entrar en un proceso de reflexión de aquello que dejamos atrás y cómo lo dejamos y de lo que significa asumir el nuevo camino. En este sentido, la encrucijada siempre nos da la oportunidad de una toma de consciencia, de una elección que nos hace partícipes de como configuramos el camino que andamos. ¿Qué nos dice de la consciencia con la que tomó su decisión Leonard, su parada ante el rótulo de la carretera?



Dos hechos de la película nos permiten observarlo:

1) En la presentación de un documental suyo, Cornel, su hijo, va a buscarle despues de treinta años sin saber nada de él, desde el día en que lo vio cruzar la puerta del aeropuerto para volar a Vermont. Tras finalizar el documental se acerca a él y le dice: "Enhorabuena, papa." Ante la sorpresa de Leonard, Cornel continua: "Soy tu hijo, Cornel." Leonard, conmocionado le pregunta a Emma quién es: "El hijo de Alicia" - le responde Emma -. "Exacto, soy tu hijo" - incide Cornel -. Leonard, visiblemente contrariado le responde: "No tengo ningún hijo. Aléjate de mí".



2) Hacia el final de la película, mientras Leonard se dirige hacia la encrucijada que finalmente le llevará a Canadá, su voz en off reflexiona: "¿Qué tenían los hombres a los que yo respetaba? ¿Qué no hice yo que Stanley, Ralph y Nick si hicieron? ¿Servir en el ejército?" Inmediatamente vemos entonces una imagen de Leo en blanco y negro que luego le enfoca en una cola de reclutamiento... Lo que allí se. nos muestra es que Leonard no fue un objetor de conciencia, sino que se hizo pasar por homosexual para evitar ser reclutado... "Cobarde" es lo que el oficial le dice al despedirle...

Y el problema no es tanto que intentara no ser reclutado, asumir que se hizo pasar por homosexual por su miedo a ir a la guerra... ¿Al final, qué sentido tuvo para tantos hombres que fallecieron y tantos a los que devolvió destrozados a la sociedad, una guerra tan absurda como la del Vietnam? ¿Hay alguna muerte más absurda para un ser humano que morir en un guerra, o a causa de una guerra? El problema es precisamente no poder asumirlo, no asumir que evadió el reclutamiento porque tenía miedo, el tener que disfrazarlo de algo heroico como "la objeción de conciencia".



                                                                            Pero yo tengo espasmos y un fuego en el vientre,

                                                                            y unos labios brillantes que, torpes, encuentran un sello
                                                                                                                       (Remain - Phosphoresence -)

Estos dos momentos nos muestran que la parada en la encrucijada entre Massachussets y Canadá de Leonard no responde a la reflexión que implica dejar un camino para iniciar otro, responde esencialmente al pánico a enfrentar una vida que jamás imaginó, pero para la que, hasta aquel momento, no le encontró un sentido, y a la que simplemente se dejó arrastrar llevado por la intensidad de algunos momentos. La decisión de Leonard es una huida y, esencialmente, una huida de sí mismo. No es la toma de un camino con la conciencia de lo que he aprendido hasta el momento de aquel que dejo. La decisión de Leonard no es como la canción dice: "Debes besarla y decirle adiós,/ nunca volver a esa vida." Leonard ni la besa ni le dice adiós, huye de ella y luego la rehúye, huye y rehúye la vergüenza y la culpa que siente de ella. que siente hacia sí mismo.

Hay otra imagen significativa de la película que da testimonio de esto y que ocurre en un bar de Stratford, donde Leonard (ya mayor) está sentado en la barra. De repente entran varios de los personajes de su juventud: Amy embarazada, Amanda, Alice con Cornel, algunos amigos, un sacerdote que estaba vinculado a sus padres... Él, sorprendido (igual que ante la presencia de Cornel), se gira y les da la espalda... Una imagen clara donde una vida (la de Canadá) no es inclusiva con la otra (la de Estados Unidos), donde una le da la espalda a la otra en una clara representacion de la disociación de Leonard. Una encrucijada elige un camino y aunque deja otro no lo borra. Nuestra vida sólo se comprende desde su totalidad.



IV. LA REDENCIÓN EN LA INTIMIDAD Y EL AMOR.

                                                                    Me abrazarás aquí hasta que no pueda permitirme tu bondad,

                                                                    Me abrazarás querida hasta que no pueda permitirme irme

                                                                                                                      (Remain - Phosphoresence -)

Finalmente, y completando el punto I, y ante la cercana frontera de la muerte, es cuando Leonard, en nombre del amor y la honestidad, elige completar su vida exponiéndose a la mirada de Emma, su compañera y su amor durante los treinta últimos años. Ante la creencia de Emma de que lo sabe todo acerca de Leonard, este le responde: "No... tu no sabes nada. No... Hay cosas que no me he contado ni a mí mismo. Es un regalo Emma, para tí, mi amor, para que me conozcas."  Finalmente Leonard puede dejar mostrarse en su totalidad ante la mirada de Emma, una mirada ante la que puede confesar su verdad, una verdad que se ha ocultado a sí mismo tanto tiempo, una mirada que le permita sostenerse en su narración, una mirada como un abrazo acogedor que sostenga la culpa y la vergüenza que ha cargado durante su vida.


                                                                                        y tu fantasma llena mi sueño,

                                                                                        y la luz que se reúne

                                                                                        se posa suave a tus pies,

                                                                                        mientras te giras para preguntarme:

                                                                                        —¿Falta mucho, amor, para que descansemos?—
                                                                                                                       (Endless - Phosphorescence -)

Ante esa frontera que es la muerte, Leonard decide llegar a ella con lo que ha sido la totalidad de su vida. No llega a la muerte como una huida, sino ante el misterio que su encrucijada nos impone. Quizá este sea uno de los sentidos de la muerte: decidir como queremos llegar a ella, qué queremos decirnos de cómo ha sido nuestra vida... Y así finaliza la película, con la muerte de Leonard acompañado por Emma y una voz en off diciendo: "Sintió que le absorbia un agujero negro del que ni la luz puede escapar. Trato de resistirse, de quedarse aqui, de mantenerse en la frontera entre un país y el otro, entre el pasado y el presente. En la noche un estertor en su garganta, una bocanada. Su cuerpo se retorció como si se sacudiera una hoja caída o una pluma"

V. UN COMENTARIO FINAL. 


Oh, Canadá no es una película fácil y no se aprecia su verdadera profundidad en un primer visionado. Es un tipo de películas que necesitan ser revisitadas para apreciar lo que transmiten y por qué su director elige hacerlo como lo hace, en este caso recurriendo a un cine más experimental. Su temática es esencialmente compleja, tanto desde un punto de vista psicológico como filosófico, y concentrar en 90' de proyección una problemática existencial como la de Leonard tiene su especial mérito. En ella podemos rastrear la desesperación del ser en tanto que se aleja de sí mismo y se desgarra, tan presente en la obra de Kierkegaard (La enfermedad mortal), o el tema de la culpa, la libertad y la finitud en Ricoeur (Culpabilidad y finitud), y que tanto caracteriza a los personajes de algunas películas de Paul Schrader. En un plano más psicológico nos recuerda a la visión de Jung (El mito del sentido) o de Frankl (El sentido de la vida) sobre el desconcierto del hombre falto de sentido, sobre el tema de la construcción del yo (por ejemplo en Lacan) o como enfrentar el sentimiento de culpa haciendo de él motivo de aprendizaje y no de castigo, elaborando el arrepentimiento y no cayendo en el abismo del remordimiento que, como en el caso de Leonard, le llava a caer en una disociación de su ser y de su historia ante su insoportabilidad. 


La dimensión humana de esta película es que su temática nos atañe a todos, pues todos sus temas forman parte inevitable de la condición humana y de su psiquismo en lo que podemos llamar, tal y como ha sido definido por el psicoanalIsta Roberto Speziale-Bagliacca (La culpa. Consideraciones sobre el remordimiento, la venganza y la responsabilidad) como el "sentimiento trágico", es decir, un sentimiento que reconoce que la condición humana es sumamente compleja y que comporta la inevitabilidad del error, y que ante esto propone sustituir la lógica del juicio y el castigo por una ética de la comprensión que, no eximiendo de la responsabilidad, aboga por la comprensión de cómo se dio el error y qué podemos aprender de él para transformarlo.



OTRAS PELÍCULAS COMENTADAS DE PAUL SCHRADER.


AFLICCIÓN (P. Schrader, 1997): Una relfexión sobre la onsesión.













BIBLIOGRAFÍA CITADA

Jaffé, Aniella. El mito del sentido en la obra de C. G. Jung. Editorial Mirach, S.L.
Kierkegaard, Soren. La enfermedad mortal. Editorial Trotta.
Lukas, Elisabeth. Victor Frankl y el sentido de la vida. Plataforma Testimonio.
Ricoeur, Paul. Culpabilidad y finitud. Editorial Trotta.
Salinger, J. D. El guardian entre el centeno. Ed.Alianza.
Speziale, Roberto. La culpa. Consideraciones sobre el remordimiento, la venganza y la responsabilidad. Ed. Biblioteca Nueva


martes, 3 de junio de 2025

ADOLESCENCIA (Philip Barantini, 2025): La adolescencia y su vulnerabilidad. Entre padres y la sociedad.

 

La miniserie Adolescencia, dirigida magistralmente por Philip Barantini, y con un guión excelente de Jack Thorne y Stephen Graham (también actor en la serie), y unas monumentales actuaciones cargadas de autenticidad, ha sido uno de los éxitos del 2025, y se ha erigido en una obra que ha zarandeado el mundo adulto acerca del mundo de la adolescencia actual. La miniserie parte de una situacion extrema como es el asesinato de una adolescente por parte del protagonista de la serie, él tambien adolescente de 13 años, Jamie Miller (Owen Cooper, verdadera revelación por su gran actuación). A partir de este espeluznangte hecho, la miniserie explorará distintas facetas que están implícitas en los aspectos relacionales y sociales que afectan en la actualidad este delicado momento del desarrollo de un ser humano como es la transición que va del niño al joven adulto. 

Dice François Dolto, la gran psicoanalista de la infancia y adolescencia acerca de esta última:

En mi opinión, es una fase de mutación [...] pasa por una muda respecto de la cual nada puede decir, y es, para los adultos objeto de custionamiento [...] Para comprender [...] la debilidad de la adolescencia, tomemos la imagen de los bo­gavantes y langostas que pierden su concha: se ocultan bajo las rocas en ese momento, mientras segregan su nueva concha para adquirir defensas. Pero si mientras son vul­nerables reciben golpes, quedan heridos para siempre; su caparazón recubrirá las heridas y las cicatrices, pero no las borrará.[1]

Y, como consecuencia, estas heridas no solo le afectarán en su crecimiento, si no que ya son causa de depresiones, paranoias, suicidios y actos de violencia, así como de una de las mayores lacras actuales como es el bullying (como ya vimos en este blog en el comentario de la serie "Estamos muertos" - pusa aquí opara acceder a la entrada -). 

En esta transicion que es la adolescencia, tres son los ejes con los que el adolescente deberá relacionarse, más allá de los propios cambios que sufre tanto físicos como emocionales. Me refiero a los ejes de la penetracióin en la vida, la sexualidad y afectividad y la adaptacion social.

I. ADOLESCENCIA: ENTRE LA FAMILIA  Y LA SOCIEDAD .

La dificutad de la adolescencia estriba en que se dan en ella la conjunción de dos espectos esenciales: las dimensiones que arrastramos de la infancia como consecuencia de los distintos defectos de los "cuidados" físicos y emocionales que se registran en esta etapada de la vida, esencialmente relacionados con la familia y la escuela y, por otro lado, el inicio de la integración en la sociedad, llamémosle "adulta".

Dice Luis Kancyper: aquello que se silencia en la infancia suele manifestarse a gritos durante la adolescencia” [2], a lo que podriamos añadir que ese grito, en sus manifestaciones, se encuentra con dos posiciones: por un lado la confrontación y por el otro, la condescendencia o, sencillamente la declinación de aquello que sería de esperar en el acompañamiento del adolescente: el diálogo que se mueve en un comprensible, para los padres, difícil equilibrio entre el límite y la confianza, entre la responsabilidad y la comprension - que no la condescendencia - de que un adolescente no es un adulto. Y así, antes que diálogo nos encontramos con el ejercicio del poder por un lado, y el de la sobreprotección por otro (de ello pueden dar fe muchos maestros y profesores).

Sin embargo, y como ya hemos indicado, no hay que olvidar esa insercion en la vida como individuo, en el encuentro con la sexualidad y la afectividad y en la propia dimension que le encamina en la adaptación social. Contemplado desde estos tres ejes, la adolescencia se encuentra, en los momentos actuales, entre los mensajes familiares y educacionales que le han configurado como niño y el encuentro paralelo que la sociedad da sobre ellos. No hace falta indicar las contradicciones existentes  entre ellos, y dentro de cada uno de ellos. En muchas ocasiones, familia y sociedad se realimentan para crear difíciles encrucijadas en adolescentes que aun no pueden sostenerse en el difícil complejo emocional y existencial que conlleva esa etapa del crecimiento. Veamos:

1) Como favorecer el impulso vital del joven con relación a la adaptacion social, porque, en cierta manera, lo que se impone es el sacrificio de ese ímpetu por la sumision social. En ese sentido, el adolescente confronta en muchas ocasiones a los padres con el adolescente que tambien fueron, observando, como dice Kancyper: que "el acto de la confrontación desencadena en el adulto una actitud de oposición, porque le inflige una vejación psicológica: lo enfrenta con su propia vergüenza, culpa y cobardía, al comprobar su humillante fracaso ante el incumplimiento de los ideales y las ilusiones del adolescente que había sido; y lo fuerza a una revisión cuestionadora del sentimiento de su propia dignidad." [3]



2) Y en relacion al eje sexual-afectivo me parece importante indicar, como dicen Luis Hornstein y M. C. Rother Hornstein: "… la sexualidad actual ha perdido el valor de vínculo con otro como diferente. No importa ante quién, para quién ni con quién. Ciertas conductas sexuales actuales que se presentan como sinónimo de libertad, de igualdad de géneros o de diferencia generacional, en el interior de nuestros consultorios las vemos como confusión y angustia, depresión, aburrimiento, sentimiento de vacío, falta de proyectos, baja autoestima, poca capacidad para pensar antes de actuar y un profundo sentimiento de soledad en compañía, envuelta por los oropeles del ruido, del alcohol o de la droga, de la violencia que llevan a que esas transgresiones tan propias de la adolescencia pasen el límite que hace de lo transformador una puesta en riesgo de la vida." [4]

3) Y, a todo esto, hemos ahora de añadir esa dimensión de la sociedad surgida a través de internet, que son las redes sociales y la Inteligencia artificial que,  como ya estamos acostumbrados, y como toda herramienta que desarrolla el ser humano comporta, por decirlo en junguiano, una dimensión sombría sumamente peligrosa. A traves de ellas los adolescentes están expuestos, a parte de una más que discutible relacion social, a distintos peligros como son: el daño a la reputacion, el ciberbullying, el sexting (el envío de imágenes o vídeos de contenido más o menos íntimo, normalmente de carácter erótico o pornográfico, o de su tratamiento con la IA), el grooming (formas delictivas de acoso que implican a un adulto que se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual), la violencia de género o la desinformación (El mal uso de las redes sociales, va unido a una falta de criterio a la hora de recibir y tratar la información.), etcétera. [5]

En realidad, uno de los problemas que le plantea nuestra sociedad al adolescente es que esta actúa  con lo que ya conocemos lenguaje de doble vínculo y que, como ya comenté en la entrada dedicada a Family Life, de Ken Loach:

La idea de que ciertas maneras de contemplar la enfermedad mental culpabiliza las madres, los padres o las familias me parece un punto de vista simplista que obvia el verdadero problema de fondo: la de nuestras sociedades y las demandas que implica a los individuos que la constituyen y que, de manera enloquecedora, son acompañadas, por parte de sus gobiernos e instituciones, a parte del modelo socioeconómico, de un modelo de comunicación paradójica contradictoria constante, donde se dice una cosa y se practica otra. Sociedades que, en consecuencia, implican una educación orientada no a crear individuos con capacidad crítica e inquietud social, sino a crear individuos productivos y competitivos adornado con una falsa idea de libertad. Una educación sin educación emocional, o con una mala educación emocional. ¿Y qué decir acerca de la educación emocional de los adultos para comprender un poco la psique infantil, o la psique adolescente, orientada a relacionarse con ellas para tratarlas mejor de cómo se las trata habitualmente? No son las madres ni los padres ni las familias los culpables, o no exclusivamente es su responsabilidad, lo es una sociedad que tiende a crear sujetos alienados y que, consecuentemente, genera también padres alienados. [6]

En la película "Alarma catástrofe", protagonizada por Richard Burton en el papel de John Morlar, un escritor con la capacidad de provocar catástrofes, y en un momento de su vida donde ejerce como abogado, defiende a un joven que ha escrito en un panfleto en el sostiene que en nombre de un mundo mejor le gustaría ver destruido el Museo de las Guerras Imperiales de Inglaterra. Dice Morlar del escrito del joven, que éste se pregunta: ¿Por qué enviamos autobuses cargados de niños para que contemplen esa coleccion de recuerdos del asesinato autorizado, del crimen? Y entonces Morlar añade: 

"Observemos esta venerable sala de justicias. Se supone que somos personas civilizadas, ¿no? Sin embargo, enviamos a la inocencia a contemplar esa cámara de horrores llena de dolores, mutilaciones y muertes y decimos: "Mirad niños, esto es lo que hizo la grandeza de Inglaterra." Pero dónde en ese asilo de lo grotesco encontramos enmarcado el talonario de cheques del fabricante de armas junto con la patética medalla del abuelo y su pierna ortopedica [...] No es el acusado quien debería estar siendo juzgado, sino una sociedad absurda que envia alegremente a toda una generación al matadero en nombre de la guerra

Hecha esta pequeña reflexión sobre la adolescencia, ya podemos comentar la miniserie que aqui nos trae.

II. EPISODIO I. ADOLESCENCIA Y SOCIEDAD.

El episodio 1, que nos introduce en la trama de la historia, me hizo reflexionar sobre el tratamiento que Jamie sufre por parte de la policía, más allá de que forme parte de sus protocolos de actuación. Este espisodio nos permite asistir a lo que podemos sin duda llamar "el mundo al revés". La sociedad trata a Jamie como un adulto peligroso cuando, en realidad, Jamie es el "síntoma" de una sociedad enfermiza y alienante. 

Más allá de que, una vez llegados a la comisaría el trato policial se suaviza y es correcto, al menos todo lo que puede serlo en estas circunstancias, en todo momento se respira en su plano secuencia un caracter surrealista como es esa brutal inmersión de un adolescente (de hecho, aun un preadolescente) de trece años en esa dimensión del mundo adulto y social a través del mundo policial. Y digo surrealismo porque con la misma fuerza con que la sociedad le penaliza por el hecho que ha cometido, sin embargo, nos encontramos con la hipocresía de que es la misma sociedad que le abandona y le expone impunemente a los peligros que ese mismo adolescente sufre en el mundo de las redes sociales y de internet, y que le expone al acceso de información para la cual aun no hay criterio, o a las contradicciones que permanentemente observan en el mundo adulto en todas sus dimensiones. Un estar sometidos, como decía, a un lenguaje de doble vínculo. 

¿Qué puede esperarse de su acceso al mundo de la sexualidad y al mundo afectivo, si acceden a él a traves de contenidos como los que todos sabemos que corren por la red y las redes sociales? ¿Qué puede esperarse de su inmersión en el mundo social cuando los mensajes ponen énfasis en la competitividad, el éxito a todo trance, la productividad y, al mismo tiempo te dicen que seas libre, que exprimas la vida y la goces y disfrutes? ¿Qué seamos "buenos ciudadanos" cuando la corrupción, el miedo y el odio son moneda corriente?

Finalmente, quiero destacar una intervención del inspector Bascombe (Asher D) al final del episodio que me parece fuera de lugar (su función como policía es establecer los hechos) y, por otra parte, que pone de relieve el desconocimiento del mundo adulto acerca del mundo adolescente, y que tras mostrarle el video donde se ve como apuñala a su compañera de clase le dice: "¿Vas decirnos por qué lo hiciste? ¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así? Jamie... ¿Nos lo explicas? ¿No quieres pedirle perdón a su madre? ¿Anoche tuve que hablar con su madre a las 12, mientras lloraba desconsolada porque su hija ya no está? ¿Quieres pedirle perdón?" Cuando los adolescentes pueden cometer actos como el de Jamie, u otros actos que todos conocemos por noticias que periódicamente aparecen, o actos como el bullying, el suicidio, las autolesiones, etcétera, no debemos preguntarnos "qué pasa" con la adolescencia, si no de qué es reflejo esta adolescencia de la sociedad que les ofrecemos, de "qué pasa" con el mundo adulto y la sociedad que debería guiarles y acompañarles en, como dice François Dolto, en esa difícil y frágil transición. Se penaliza a Jamie, pero... ¿qué decir de Mark Zuckerberg o de Elon Musk, o de Zhang Yiming  (propietario de TikTok), todos ellos entre los hombres más ricos del mundo, o de la manipulacion ideológica por parte de algunos partidos de extrema derecha y de movimientos sociales, generalmente vinculados a los primeros, que se ejerce sobre ellos? Sería interesante encararles también y poder decirles: "¿Váis a decirnos por qué lo hacéis? ¿Cómo sóis capaces de hacer algo así? ¿Nos lo explicáis? ¿No queréis pedirles perdón a los niños, adolescentes, jovenes, familias a las que habéis dañado?"




EPISODIO II. ADOLESCENCIA Y REDES SOCIALES.

Ante el panorama al que vamos a asistir no deja de ser paradójico que en un cartel de la escuela ponga: "Tú eres un arcoíris de posibilidades".



Efectivamente, el segundo episodio pone de relieve la desconexion que existe entre el mundo adolescente y el mundo adulto, tanto a nivel social como a nivel familiar. Y esta brecha se ha agudizado con el tema de las redes sociales, youtube e internet, y ahora cabe esperar la IA. La visita a la escuela de Jamie por parte del inspector Bascombe y la sargento Misha Frank (Faye Marsay) es todo un ejemplo del campo de relacion entre adolescentes y adultos. Sólo iniciarse el episodio observamos un breve diálogo entre el director de la escuela y una profesora. Dice el primero: "¡Catorce padres me han llamado! ¡Catorce! ¿Qué si el colegio es un lugar seguro? Yo respondo que lo que ha pasado ni siquiera fue en el colegio. Y entonces hablan de guardias, de seguridad y detectores de metales." Y a la propuesta de la profesora de abrir una sala de ayuda psicológica, el director responde: "¿Ahora somos trabajadores sociales ademas de guardias?" 




Es interesante reflexionar sobre el tema que indica el director de la escuela sobre los padres que piden más seguridad (guardias o detectores de metales). Mas allá de la seguridad que, evidentemente, debe granjear la escuela en su recinto (y que afectaría a temas como el bullying), se plantea también aquí algo en lo que los padres tienen también su responsabilidad: como educar a sus hijos como padres, lo que incluye como enseñarles a manejarse con las pantallas a sus hijos (móbiles, tablets, ordenadores), y a adquirir criterio, así como el control del tiempo que a ellas les dedican. Finalmente, hay una reflexion que me parece obvia: ¿deben niños y preadolescentes, a traves de sus móbiles, tener libre acceso a ese tipo de redes con los contrastados peligros que implican? La cuestión, finalmente, es si nos encontramos solo ante un tema de seguridad o, quizá más relevante, de educación. Este es un tema importante, porque la seguridad se alza sobre el miedo y la represión, mientras que la educación lo hace sobre la libertad y el criterio o responsabilidad. Y, evidentemente, en la educación están implícitas las familias y la escuela como los intermediarios sociales entre el niño y el adolescente con la sociedad en la que están abocados a integrarse. Esta brecha que es la red entre el adolescente y los adultos lo manifiesta con claridad el padre de Jamie, cuando en el cuarto y último episodio le dice a su mujer: "... estaba en su habitación. Creíamos que estaba a salvo. ¿No? ¿No es normal que lo creyéramos? ¿Qué podía pasarle ahí dentro?"

En este episodio de la miniserie, vemos el auténtico caos que se vive en la escuela donde vemos un profesorado desbordado: "Mire estos críos son un puto marrón. ¿Qué puedo hacer yo?" le dice uno de ellos a Bascombe. Gritos, desplantes, relaciones conflictivas, tensión y, cómo no, el omnipresente móbil.

Y, por otro lado, la película apunta tambián hacia un problema que ya comenté en la entrada "La Ciencia Ficcion contemporánea (II): Steven Spielberg y sobre el ser padre como espejo del ser hombre" [7], y que se trata del concepto de "padres a la fuga" o padres que deponen ele ejercicio de su funcion paterna:

La fuga de la función paterna está más cerca de la pérdida, de la evaporación o de la cultura líquida (Baumann, Zygmunt, 1999), y de los efectos de la fragilización de valores sólidos y permanentes (Lewkowicz, I., 2004). Más cerca del sentido de corrosión y deponer: porque a padre depuesto consumo impuesto. En tiempos de lo efímero, de la obsolescencia programada, de la lógica del flash, y por lo tanto de la pérdida de coherencia, se impone un estilo de vida disociado y disociativo, con los tiempos abruptos de la fuga maníaca. La palabra está en fuga, los adultos capaces de ejercer la autoridad están en fuga, los marcadores de fronteras o criterios de diferenciación [...]

La fuga de la función paterna, viene operando, en fin, a modo de fuga psicógena, en la cual hay pérdida de identidad, despojamiento del pasado y del futuro: todo es aquí y ahora, de cualquier modo, sin otras coordenadas más que la de los fenómenos confusionales. [8]

Eso observamos en la relacion del propio inspector Bascombe con Adam, su hijo que también asiste al mismo instituto. Ya en el segundo minuto del primer episodio asistimos a esa actitud de alejamiento de la funcion paterna y, por tanto, de alejamiento de su hijo cuando ante una llamada de Adam que pide no ir al colegio porque le duele la tripa le dice a Misha, su compañera: "Sabe que Tracy no le va a dejar, y me lo dice a mi que soy el blando" Y ante la pregunta de Misha de qué le va a decir ya vemos en primer plano ese ejercicio de fuga o deposicion de la funcion paterna: "Ella se encargará de que vaya, ya lo estoy viendo." Ejercicio de fuga que se confirmará en el diálogo que en la escuela Adam mantendrá con su padre, cuando quiere explicarle que su investigación "no va bien porque no te enteras". Ante la actitud inicial de Bascombe, Adam le dice: "Si prefieres irte, si tienes que ir al gimnasio o al trabajo, la puerta está ahí." Y más tarde, tras explicarle el significado de los símbolos en instagram y su relacion con la manosfera, la regla 80-20 y el tema incell, y ante la preocupación de Bascombe de dice "Esto te afecta, hijo", a lo que Adam le responde: "Nunca me llamas hijo. Llamas hijo a los demás, pero a mi nunca." Al final del diálogo se observa el extrañamiento de un hijo y un padre que no están acostumbrados al acercamiento, al acercamiento genuino e íntimo, sino al habitual silencio que media entre ellos.




Estas breves pinceladas nos muestran lo que Kancyper llama "padres distraidos", a los que define como:

Los padres distraídos conforman un campo patologico con sus hijos. Mantienen con ellos un "pacto de silencio" qaue resulta ser el subproducto de una connivencia narcisista entre los progenitores y los hijos.

Entre ambos se conforma una alianza para no hablar, para no escuchar y para no ver. El mecanismo fundamental en este campo dinámico no es la indiferencia sino el ignorar como mecanismo activo. [9]

[...] se asiste a la parálísis de la confrontacion.... 

Y, en ese sentido, hay que recordar las palabras de Donald Winicott al respecto:

es estimulante que la adolescencia esté activa y haga oír su voz, pero los esfuerzos adolescentes que hoy se hacen sentir en todo el mundo deben ser enfrentados, deben cobrar realidad gracias a un acto de oposición. La oposición debe ser personal. Los adultos son necesarios para que los adolescentes tengan vida y vivacidad. Oponerse es contener sin represalia, sin espíritu de venganza, pero con confianza [...] Que los jóvenes modifiquen la sociedad y enseñen a los adultos a ver el mundo de una manera nueva; pero que, allí donde esté presente el desafío de un joven en crecimiento, haya un adulto dispuesto a enfrentarlo. Lo cual no resultará necesariamente agradable. [10]

Y, finalmente, destacar toda la tematica que el diálogo con Adam pone de relieve: cómo preadolescentes y adolescentes tienen acceso a lugares como la manosfera (red de sitios web, blogs y foros en línea que promueven la masculinidad enfatizada, la hostilidad hacia las mujeres o misoginia, y una fuerte oposición al feminismo, y generalmente asociados políticamente con la extrema derecha y la derecha alternativa). Es destacable como Adam abre los ojos a su padre sobre la realidad de instagram a estas dimensiones, tanto del léxico (pastilla azul y roja, la regla 80-20, incell, etcétera) como de los significado atribuidos a los emojis, y así le  muestra que el mismo Jamie era objeto de ciberbullying (acoso en línea) por parte de compañeros y de Katie, la misma víctima: "Parece que está siendo simpatica [...] Le está diciendo que es un incell [...] le dice que para siempre, por eso te llaman incell, te dicen que vas a ser virgen para siempre. Mira, y los que han puesto los corazones están de acuerdo con ella [...] Podría enseñarte otros 15 mensajes con otros emojis diciéndole lo mismo." Aterroriza imaginar que preadolescentes de 12 y 13 años puedan acceder a contenidos de la manosfera, y a otros contenidos de otras índoles, con todo su mundo de aislamiento, resentimiento, venganza y violencia, o que sus contenidos sean utilizados para denigrar y humillar. Que puedan acceder a sitios como 4chan, Return of King, Sluthate y otros. ¿Cómo van a estar a salvo encerrados en su habitación con su móvil, tablet u ordenador?

EPIDODIO III. SOBRE EL NARCISISMO VULNERABLE.

El episodio 3, a través de la entrevista de la psicologa Briony Ariston (gran trabajo de Erin Doherty) a Jamie, nos permite, en primera línea, comprender la personalidad de Jamie. En los cincuenta y tres minutos de extensión de este capítulo en plano secuencia asistimos a lo que es un tipo de trastorno narcisista del tipo "vulnerable". Para centrar un poco el tema tomaré como punto inicial de reflexion una escena descrita por Jamie a la psicóloga, en la que hablando de Eddie (Stephen Graham en otra gran actuación), su padre, (otro padre del tipo distraido), quien es un gran amante del deporte dice:

Jamie: Él me llevaba a fútbol, a los partidos de los sábados, y él me animaba y eso, pero... cuando yo la cagaba él... giraba la cabeza... (notablemente afectado)
Briony: ¿Fingía no haberlo visto?
Jamie: A lo mejor... fue para que yo no lo viera la cara de pena.
Briony: ¿De pena?
Jamie: No sé... de vergüenza 

Esa misma escena es luego descrita por el padre en el cuarto episodio diciéndole a Amanda (Christine Tremarco), su mujer: "Lo apunte a fútbol creyendo que lo haría mas duro, y el pobre era un paquete y lo colocaron de portero, y yo me quedaba allí en la banda mientras los demás padres se burlaban de él. Podía sentir como me miraba, y no podía mirarlo Amanda, no miraba a mi propio hijo... - Él te idolátraba, le dice Manda."




El narcisismo vulnerable, aunque  suele ser introvertido e inseguro, con una autoestima muy frágil, está deseoso de admiración, lo que le hace muy sensible a la validacion externa y a la percepcion que los demás puedan tener de su imagen, lo que le convierte en extremadamente sensible a la crítica (aunque sea constructiva), que le hiere profundamente. En este sentido, la humillación y la denigración actuan de manera devastadora siendo un límite que, en un extremo, puede tornarle peligroso, como en la caso de Jamie con Katie. Es la incomodidad que se refleja en la escena al sentirse objeto de verguenza de su padre, o que este le abandona ante las burlas de otros padres. En reacción a ello, este tipo de narcisismo suele aislarse y encerrarse en sí mismo reprimiendo emociones como la envidia y el resentimiento, lo que le lleva a tener conductas pasivo-agresivas, como le observamos en distintos momentos con Bryoni con un tipo de respuestas sarcásticas, despeciativas e incluso con una cierta vena sádica.

Observamos ese deseo de gustar, y la importancia que tiene para él, al final del episodio, cuando reacciona con una gran explosión de ira y desesperación ante Briony cuando le dice que será la última sesión y que no volverá más, pero el desencadenante es cuando le pregunta si le cea bien y Briony le dice que está ahí en calidad de profesional: "¿Entonces te caigo mal?" -repone Jamie - Briony se mantiene en su rol de profesional (frustándole de nuevo), lo que le provoca una reacción explosiva de ira: "¡¡No te caigo ni un poco bien!!"¡Dime que piensas tú de mi! ¡Vamos decide!" De hecho Briony actua, como dice Winnicott, confrontando a la vez que conteniendo, oponiendose a la vez que respetándole, sin represalias, sin espíritu de venganza, pero, eso si, con firmeza y hablando con claridad. Lo que le hace falta a Jamie.

Durante todo este episodio podemos ver a Jamie pasando por todos estes estadios: fragilidad, inseguridad, victimismo y culpabilizacion, sarcasmo, desprecio y la peligrosas explosiones de ira cuando se siente vulnerado, humillado o amenazado... Es el caso del asesinato de Katie, producto de la falta de límites y descontrol de sus impulsos al límite, de la intolerancia a la frustracion y de sentirse objeto de desprecio y humillación, Jamie manifiesta el peligro extremo de las explosiones de ira en estos casos, cuando esta llega a la violencia y la agresion física y que, en la entrevista con Briony manifiesta en dos claras ocasiones donde le vemos gritando, lanzando una silla por los suelos, golpeando los vidrios de las ventanas, insultando o encarándose violentamente hacia ella.



EPISODIO 4. PADRES Y ADOLESCENCIA.

Finalmente, el episodio 4 pone de relieve las consecuencias que para la familia tiene lo sucedido con Jamie, así como, en especial en el ultimo tramo, sobre la reflexion de los padres acerca de ello. En todo caso, este episodio nos permite reflexionar sobre la frase de Kancyper de aquello que se silencia en la infancia suele manifestarse a gritos durante la adolescencia." Si en el capítulo 1 y 2 vemos el mundo adulto y la sociedad frente al adolescente, en el capítulo 4 vemos a los padres reflexionando acerca de lo que pasó. Como ya dije anteriormente, los padres de Jamie, y siguiendo el modelo de Kancyper, parece el de los padres distraídos (ver nota 8), o el de "padre distraido y madre sirviente" y que, como consecuencia, tienen esa parálísis de la confrontacion que, como dice Kancyper que lo hijos: "suelen vivir esta inhibición parental como si fuera desinterés de los padres, y los padres a la vez suelen padecer de angustias por la imposibilidad de quebrar el muro del silencio. En estos casos, se puede llegar a constituir un campo de extrema evitación que paraliza el enfrentamiento entre las generaciones." [11] Esta paralizacion comporta una falla en lo que él llama "campo dinámico en la confrontación generacional y fraterna", y que comporta:

1. Un aspecto formal o regla del juego (la presencia de otro diferenciado que posibilita la tensión entre los opuestos).

2. Un aspecto dinámico: la evolución de la relación paternofilial y fraterna a medida que van emergiendo los diferentes cambios y conflictos inherentes a las distintas etapas evolutivas. 

3. Un aspecto funcional, en la medida en que su dinámica permite asumir la diferencia, el despliegue y la evolución del cotejo entre generaciones y hermanos. [12]

Y, evidentemente, cuando hablamos aqui de confrontacion lo decimos en el sentido que ya nos indicó Winnicott: "Oponerse es contener sin represalia, sin espíritu de venganza, pero con confianza..." (ver nota 9) y acompañado siempre de ese difícil equilibrio entre el límite y la confianza, entre la responsabilidad y la comprension.

Justamente, esa parálísis de la confrontacion hace que el límite que representa el otro desaparezca, o se diluya mucho y, por tanto, desaparece la tensión entre opuestos que permite una comunicacion y una elaboración que da lugar a una evolucion en las relaciones y a una asuncion de las diferencias generacionales.

Evidentemente el padre distraído o la madre sirviente no genera esa tensión. En el episodio hay dos momentos, uno del padre y otro de la madre que expliquen probablemente su posicionamiento. Dice el padre:

Cuando tenía su edad mi padre me daba un montón de palizas... A veces se quitaba el cinturon y me daba como un bestia a ostiazo limpio, y me prometí a mi mismo que cuando fuera padre no lo repetiría, que nunca les haría eso a mis hijos, y no lo he hecho... solo quería ser mejor. 

Estaríamos ante un padre que por su experiencia como hijo padece la confrontacion como imposicion tiránica y maltratadora lo cual, probalemente le lleva a él a no poder manejarse con sus propias emociones y la confrontacion, pues como dice Kancyper: 

La fantasía básica bipersonal en el campo dinámico entre los padres y los hijos distraídos es la de "huida y fuga" (por ejemplo: no digo nada porque si hablo me desbordo o le pego o lo mato o me mata retaliativamente) [13]

Por otro lado la madre nos describe la siguiente situacion:

Se encerraba en su cuarto... Llegaba a casa, daba un portaza y subía al ordenador directamente. Tenía la luz encendida hasta muy tarde, y yo la decía: "Jamie... Vamos hijo que tienes clase mañana y entonces lo apagaba, pero jamás decía nada.

De nuevo el muro de silencio. Jamie no decía nada, pero parece que Amanda tampoco preguntaba mucho. Ese mundo de silencio, o de comunicacion superficial, deja al hijo sin esa posibilidad de evolución y elaboracion, de crecer frente a otro que opone desde su criterio y vivencia, que acompaña a reflexionar y que no abandona. Si la infancia transcurre en ese silencio se produce una falla en la confianza que al llegar a la adolesxcencia ahondará más en esa brecha.

En ese sentido Jamie, que viene de ese silencio, queda a merced no de la confrontacion sana, sino del dolor de su herida de abandono y verguenza para "caer presa" de una parte de lo que podemos llamar el oscuro mundo de internet y de las redes sociales, así como de youtubers o "influencers" ideológicos que se mueven con la utlización del miedo para fomentar, a partir de él, el resentimiento, el odio y la violencia (recordemos que, en el episodio 2, la sargento Misha cita la influencia de las ideas de un personaje nefasto como Andrew Tate). El mismo Jamie es, a su vez, objeto de humillacion y denigracion utilizando el lenguaje de todo este mundo, como ya vimos en el punto 2.

No obstante, es conmoverdor ver el dolor de los padres preguntándose que hicieron mal, asumiendo que algo hicieron mal... El final, mostrándonos el profundo dolor de Eddie, su padre, en la habitación de Jamie,  acostando su peluche y besándolo bajo el fondo de la canción de Aurora "Thorugh the eyes of a Child" - A través de los ojos de un niño - es especialmente desgarrador, y con esas palabras finales: "lo siento hijo. Debimos hacerlo mejor".




Katie muerta y sus padres destrozados, Jamie culpable de la muerte de Katie, una adolescencia truncada, los padres y su hermana también destrozados (obviamente, como vemos en la primera parte de este cuarto episodio, tambien marcados y señalados por la sociedad). Y, sin enbargo, por el resto todo sigue igual, la sociedad, el estado, las grandes empresas, los políticos, esos contenidos que, alegremente, corren en internet... Todo sigue con su ambiguedad e hipocresia, con su lenguaje de doble vínculo, con su perversidad...  sin ningun escrupulo, sin ningun remordimiento... actuando como siempre, impunemente. Parodiando a John Morlar: No es el acusado quien debería estar siendo juzgado, sino una sociedad absurda que manipula alegremente a sus niños, adolecentes y jovenes.



NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

_________________________

[1] Dolto, François.  La causa de los adolescentes. Ed. Seix Barral, págs. 11-13
[2] Kancyper, Luis. Adolescencia. El fin de la ingenuidad. Ed. Lumen, pág. 17
[3] Ver nota 2, pág. 25
[4] Hornstein, Luis & M. C. Rother Hornstein. Adolescencia: entre el desvalimiento y la omnipotencia. Artículo disponible en: https://es.scribd.com/document/437235056/Adolescencia-Hornstein
[7] Cardona, Jaume. La ciencia ficción contemporánea (II): Steven Spielberg y sobre el ser padre como espejo del ser hombre. https://www.cineypsicologia.com/2014/08/la-ciencia-ficcion-contemporanea-y-la.html
[8González, Maria Asunción. La crisis de la función paterna, el nuevo lugar/deseo de las mujeres y el ejercicio de la parentalidad. Artículo disponible en http://documentacion.aen.es/pdf/libros-aen/coleccion-estudios/salud-mental-diversidad-y-cultura/parte2-infancia-adolescencia-y-familias/153-la-crisis-de-la-funcion-paterna.pdf.
[9] Ver nota 2, págs. 90 y 91
[10] Winnicott, Donald. Inmadurez adolescente. Obra Completa. Psicolibro,  pàgina. 986
[11] Ver nota 2, pág. 91
[12] Ver nota 2, págs. 84-85
[13] Ver nota 2, pág. 91