AVISO. POR LA NATURALEZA DE LOS TRABAJOS DE ESTE BLOG, EL ARGUMENTO E INCLUSO EL FINAL DE LAS PELICULAS SON REVELADOS.

lunes, 20 de mayo de 2013

IT (ESO): LA INFANCIA ES OTRA COSA (PARTE I)

PRIMERA PARTE. SOBREVIVIENDO A LA INFANCIA [1]


Sin embargo un día de estos habrá que entrar a saco la
podrida infancia
no el desván
allí apenas habitan los juguetes rotos los álbumes de
sellos el ferrocarril rango o sea la piel reseca de
la infancia
no la fotografías y su letargo sepia
habrá que entrar a saco la miseria.

La infancia es otra cosa - Mario Benedetti -



Vamos a comentar IT (Eso)  - dirigida por Tommy Lee Wallace, 1990 - película de terror basada en la obra del mismo título de Stephen King - publicada en 1986 -. Inicialmente hecha para la televisión, IT ha ido con el tiempo convirtiéndose en una película de culto del cine de terror. Como ya he mostrado en este blog con algunas otras películas de este género, estas nos pueden servir como ejemplo sobre el que reflexionar acerca de algunas claves del mundo psicológico. De entrada la historia de IT nos narra la historia de un grupo de compañeros que se conocieron en la infancia y que compartieron unos terroríficos sucesos que acontecieron en la ciudad de  Derry - ciudad ficticia creada por Stephen King -, en el estado de Maine, Nueva Inglaterra. Sucesos que pasados treinta años vuelven a unirlos como adultos. Se establece así una relación entre esos adultos y la infancia que compartieron alrededor de esos hechos terroríficos y de un personaje siniestro que los representa: Pennywise, el payaso, uno de los personajes más populares de la película interpretado por Tim Curry. Basta una observación ligeramente atenta para que no nos pase desapercibida la relación entre la infancia de los personajes y los adultos en los que se han convertido y la estructura que tanto la película como el libro tiene de viaje de retorno que es a la vez un viaje iniciático para efrentarse a los terrores del pasado, viaje del que no todos podrán salir bien parados. La película se inicia con la llamada de Mike Hanlon a todo el grupo de compañeros (al que llamaron el club de los perdedores) que se vieron envueltos con esos sucesos, lo que sirve para referenciarnos a cada uno de los personajes tanto como con el adulto que son como con el niño que fueron.

I. PAISAJES Y PERSONAJES DE LA PELÍCULA.

Para introducirnos en la película recurriremos primero a una descripción de los espacios en los que esta se desarrolla y de sus personajes. En estas películas es interesante el sentido metafórico que podemos adjudicar a algunos de esos elementos de la película. A ellos vamos a referenciarnos alternando visiones que nos llegan tanto de la película como del libro.

- Sobre la ciudad de Derry. 

¿Es posible que toda una ciudad esté embrujada? ¿Embrujada como se supone que lo están algunas casas?
No digo un edificio de esa ciudad ni la esquina de una calle ni una pista de baloncesto en un parque, con el aro sin red sobresaliendo hacia el crepúsculo, como algún oscuro y sangriento instrumento de tortura. No digo sólo una zona, sino todo. Todo lo que hay allí.
¿Es posible?
El adjetivo que se usa en inglés para estos casos es haunted. Veamos sus derivaciones:
Haunted: "Visitado con frecuencia por fantasmas o espíritus".
Haunting, el adjetivo correspondiente: "Que vuelve a la mente con insistencia; díficil de olvidar".
To haunt, el verbo: "Perseguir o aparecer con frecuencia, especialmente fantasmas". Pero la palabrita se usa para mucho más. ¡Veamos! "Lugar visitado con frecuencia: nidal, guarida, querencia..." El subrayado  es mío, por supuesto.
Y una más. Esta, cómo la última, es una definición de haunt como sustantivo, y la que más me asusta, "Sitio donde comen los animales".

Derry
Stephen King
Derry entra en la tradición de las ciudades ficticias que han caracterizado las obras de terror de algunos autores de este género. Al estilo de la mítica Arkham de Lovecraf - cuya Universidad de Miskatonic contaba con el misterioso lema de Ex ignorantiam Ad Sapientiam; Ex Luce Ad Tenebras (De la Ignorancia a la Sabiduría; de la Luz a las Tinieblas) -, Derry es el tipo de ciudad que se establece como la última frontera existente entre la cordura y la locura, entre la razón y la pesadilla, entre la luz y las tinieblas o, en términos psicológicos, entro lo consciente y lo inconsciente. Pero como en todo lugar fronterizo hay lugares, grietas, intersticios por los que los espacios que se separan también se interconectan, lugares donde la emergencia de lo siniestro se hace entonces manifiesta. En términos psicológicos Derry, como frontera, ejercería la función de censura que la consciencia ordinaria ejerce habitualmente sobre los contenidos inconscientes como, por ejemplo ocurre con los sueños y su dificultad para recordarlos e incluso una vez recordados para olvidarlos. Por eso, como se dice en un momento de la película, las gentes de Derry olvidan o se inhiben de los extraños y terroríficos sucesos que en ella ocurren aparentando el aire de una tranquila ciudad.

- Sobre Los Barrens (las tierras baldías).

El sudoeste era el sitio donde la tierra descendía abruptamente hacia la zona que los habitantes de Derry denominaban Los Barrens. Los Barrens, que no tenían nada de yermos, eran una franja de dos kilómetros y medio de ancho por cuatro y medio de largo [...] El Kenduskeag corría por el centro de Los Barrens. La ciudad había crecido hacia el nordeste y a ambos lados de ese sector, pero el único vestigio de urbanización allá abajo era la bomba número tres de Derry (instalación municipal para bombear las aguas residuales) y el vertedero municipal. Desde el aire, Los Barrens parecían una gran daga verde señalando hacia el centro de la ciudad.

Los Barrens y la bomba de aguas residuales
Veamos pues que tanto las características de Los Barrens, como su disposición, aparecen como algo que penetra la ciudad (en forma de daga) llegando hasta su centro. La vegetación densa de esta zona, el río que corre por su centro y la bomba de aguas residuales nos ponen en contacto con el submundo que habita la ciudad, el mundo de las cloacas a modo del vertedero, de las aguas residuales que moran en nuestro inconsciente por debajo de la fachada de normalidad sobre la que pretende instalarse nuestra consciencia ordinaria (nuestro Yo). Los Barrens, con su frondosidad y con esa bomba que nos pone en contacto con el submudo de las cloacas, devendrían así uno de esos intersticios o grietas por las que el mundo de lo inconsciente penetra en la consciencia en un intento de zarandearla para sacarla de su ilusión de normalidad.

- Sobre el payaso pennywise: la emergencia de lo siniestro.


El payaso Pennywyse
El payaso pennywise (Tim Curry) es el personaje siniestro que encarna el misterio de Derry: la desaparición y el asesinato de niños - y en ocasiones, también de adultos - sin resolver. Estas desapariciones parece que vienen precedidas de la aparición de este personaje que tras la máscara del payaso esconde a un personaje monstruoso. Pennywise, que habita en los fondos, en las cloacas como se deduce de algunas de sus apariciones, ya nos pone en conexión con esa dimensión de lo siniestro que ya Freud estudió en su monografía dedicada a este tema en 1919. La imagen del payaso corresponde el llamado payaso Augusto, es decir, al tipo de payaso impertinente y travieso. El suele ser el protagonista de todas las catástrofes y accidentes que suceden en el escenario. Aunque el payaso es un personaje relacionado con la infancia y la risa, hay niños que también les tienen miedo, sobretodo por lo exagerado de su máscara que hace pensar en qué se oculta tras ella, cual es la verdadera identidad que se oculta tras la máscara. Existe incluso una fobia a los payasos: la coulrofobia.

Como sabemos, el estudio de Freud acerca de lo siniestro parte de la etimología de la palabra alemana que la define: Umheimlich. Para no alargarnos en este sentido diríamos que la conclusión del análisis que hace Freud vincula aquellas manifestaciones que siendo de naturaleza espantosa o angustiante, no obstante se relacionan con lo extremadamente cercano, lo familiar. Lo siniestro surge cuando aquello que debería estar oculto se manifiesta, o en términos psicológicos cuando aquello que está reprimido de repente se hace presente con toda su carga de angustia y espanto (el retorno de lo reprimido). Y, por lo tanto, y como consecuencia de lo reprimido, lo siniestro no surge por la emergencia de algo nuevo sino justamente por todo lo contrario, por la emergencia de algo antiguo que forma parte de nuestra vida anímica y que solamente fue excluida de ella por efecto de la represión. Dice Freud concluyendo:

lo siniestro en las vivencias se da cuando complejos infantiles reprimidos son reanimados por una impresión exterior, o cuando convicciones primitivas superadas parecen hallar una nueva confirmación. [2]

El payaso Pennywise representa perfectamente esta mezcla de lo familiar con lo espantoso, de lo aparentemente agradable con lo básicamente funesto y  horroroso. Como adultos nos cuesta comprender lo que es la psicología infantil, y si seguramente la infancia es en ocasiones un paraíso, ciertamente en ocasiones es también un infierno. En los versos de Benedetti:

                                            la infancia es otra cosa

                                            por ejemplo la oprobiosa galería de rostros
                                            encendidos de entusiasmo puericultor y algunas
                                                   veces de crueldad dulzona
                                            y es (también la infancia tiene su otoño) la caída de
                                                   las primeras máscaras
                                            la vertiginosa temporada que va de la inauguración
                                                   del pánico a la vergüenza de la masturbación
                                                   inicial rudimentaria
                                            la gallina asesinada por los garfios de la misma
                                                   buena parienta que nos arropa al comienzo de
                                                   la noche.
                                            [...]
                                            la noche como la gran cortina que nadie es capaz de
                                                   descorrer y que sin embargo oculta la prestigiosa
                                                   momia del provenir.

En la película IT todos sus protagonistas adultos han olvidado los sucesos que ocurrieron en Derry durante su infancia, todos tienen esos hecho absolutamente olvidados, es decir, reprimidos. Pero como nos dice Freud, algo proveniente del exterior las "reanimará".

- El club de los perdedores.

El club de los perdedores es el grupo de niños de doce años que vive los terrores de Derry en su infancia. Cada uno de ellos tiene la capacidad de poder ver el payaso y también el ser que se disimula tras él: un ser monstruoso y devorador, el devorador de niños como el mismo se define en un momento dado. Bill, Ben, Beverlie, Richie, Eddie, Mike y Stan son los componentes de este grupo que intentarán enfrentarse a IT (ESO). IT tiene la peculiaridad de presentarse a ellos no sólo como el payaso pennywise, sino también - en un tema clásico del cine de terror y de ciencia ficción - de presentarse ante ellos como una representación de sus miedos más profundos: "Soy cada una de las pesadillas que habéis tenido. Soy vuestro peor sueño hecho realidad. Soy una muestra viviente de todo lo que teméis" - les dice el payaso -.

El club de los perdedores: Beverlie, Richie, Ben, Mike, Bill, Stan y Eddie
De su enfrentamiento con IT saldrán todos vivos y pondrán al monstruo en jaque: la fuerza y la unión de su amistad podrá con el terror del payaso, pero no tanto como para vencerle... IT simplemente huye y desaparece. Ante la duda de si acabaron con él o no Bill Denbrough (Jonathan Brandis), el lider del grupo, conmina a sus compañeros a volver si el monstruo retorna a Derry: "Prometedme... Prometedme que si no está muerto volveréis". Y todos prometen volver.

Cuando el Bill Denbrough adulto (interpretado en le película por Richard Tomas) recuerda esta época parece hacerse eco de los versos de Benedetti en "La infancia es otra cosa", en especial cuando en el libro de Stephen King reflexiona:

... el pensamiento predecible vino acompañado de un profundo horror inesperado. Recordaba su niñez como un tiempo nervioso, lleno de temores, no sólo por el verano de 1958, en que siete de ellos se habían enfrentado al terror, sino por la muerte de George, el profundo sueño en el que sus padres parecían haber caído después de su muerte, las burlas por su tartamudez, Bowers, Huggins y Chris, que los perseguían continuamente [...]

... y la simple sensación de que Derry era fría, de que Derry era dura, de que a Derry le importaba un cuerno si ellos vivían o morían, y mucho menos si triunfaban o no sobre el payaso Pennywise...

- Bowers, Higgins y Chris: el límite entre lo neurótico y lo psicopático.

Bowers, Higgins y Chris encarnan el mundo del futuro psicópata. Se trata de - especialmente en Bowers - del niño adolescente que está poseído por el odio, sin la más mínima muestra muestra de sentimiento de culpa, carente de todo sentimiento empático y de caracter abusador y perseguidor, y siempre pensando en como humillar, desafiar o dañar. Característico del mecanismo de la identificación con el agresor - se define al padre de Bowers como loco y agresivo -, Bowers no es más que el reflejo del mundo que vive en su hogar: locura, dominación y violencia. Ellos definen el límite en el que la influencia del entorno demarca aquello que separa lo neurótico de lo psicopático, entendido este último término como un tipo de trastorno antisocial de la personalidad. En ocasiones se les ha llamado "loco moral" o "loco sin delirio", y aunque poseen una capacidad clara para el juicio y la evaluación del bien y del mal, lo que está claro es que estos límites no son para ellos.

Chris, Bowers y Higgins

II. EL CLUB DE LOS PERDEDORES Y LOS MECANISMOS NEURÓTICOS DE DEFENSA.

Veamos ahora la relación que tanto la película como el film establece con el adulto y el niño, y como a través de ellos podemos observar el mecanismo de defensa sobre el cual articulan su vida como adultos, más allá de que todos ellos son víctimas de la represión (o desensibilización gestáltica), es decir, el mecanismo o proceso psíquico por el que se mantienen en el inconsciente representaciones, ideas, pensamientos, deseos o recuerdos vinculados con afectos y emociones esencialmente dolorosas o angustiantes. En un nivel metafórico podemos ver en esta fase que aquellos niños que vencieron a IT, se corresponden con ese niño que a todos nos representa y que sobrevive los terrores a los que se enfrenta en su infancia, pero sin salir indemnes y sin acabar con sus monstruos que ahora nos habitan como fantasmas, es decir, salimos esencialmente neuróticos.

- Bill Denbrough: el desplazamiento.


Bill es el lider del grupo. Como adulto Bill (Richard Tomas) es un famoso escritor de novelas de terror casado con Audra, una famosa actriz de cine (interpretada por Olivia Hussey). Sin embargo, el Bill de la infancia (interpretado por el prematuramente desaparecido Jonathan Brandis) corresponde a ese Bill lleno de temor que tras la muerte de su hermano Georgie a manos de Pennywise se enfrenta a un mundo vacío en el que practicamente no existe para sus padres: Ellos emanaban frío en ambas direcciones y el calentador de Bill no alcanzaba para tanto. Tenía que irse porque ese tipo de frío le helaba las mejillas y lo hacía lagrimear. En ese mundo de Derry Bill es objeto de burla por su tartamudez, y en su interior habita un inevitable sentimiento de culpa que lo acompaña tras la muerte de su hermano.

Bill desvía los elementos reprimidos de su infancia y, esencialmente, la culpa que siente por la muerte de su hermano Georgie, a través de la literatura de terror donde puede proyectar como elementos fantasiosos sus recuerdos y afectos reprimidos. Nos hallamos pues ante el mecanismo del desplazamiento.

- Beverly Marsh: la introyección.


Beverly es la única chica del grupo. La Beverly adulta (interpretada por Anette O'toole) es una afamada diseñadora de moda que, no obstante, es víctima de su pareja, un hombre dominante y maltratador física y psicológicamente, de la misma manera que la Beverly niña (Emily Perkins)  lo fue de su padre en la infancia. En la obra de Stephen King, el narrador dice de Beverly que cuando veía en su pareja aparecer el rostro del maltrato: Lo que veía ella en ocasiones era cierta bestia sin rostro. No tenía rostro, pero si nombre: Autoridad. Beverly es además la típica chica discriminada por sus orígenes de clase baja. En la obra de Stephen King la relación de Beverly con su padre llega más lejos, y a través de la madre se deja entrever la posibilidad de abusos sexuales. Tanto ahora de mayor, como antes de niña, se deja entrever esa perversa relación entre el maltrato y el ser amado.

Beverly está dominada, en consecuencia, por un el mecanismo neurótico de defensa de la introyección basado en su propia desvalorización y el poco respeto por sí misma derivada de la dominante y violenta actitud paterna (la autoridad, la bestia sin rostro)  hacia ella de la que finalmente se hace merecedora.

- Ben Hanscom: la compensación.


Ben Hascom (John Ritter) es un conocido y exitoso arquitecto que aparece en la portada de la revista Time. Sin embargo, se le observa una cierta tendencia al alcoholismo - más acentuado en la obra literaria -. Es presentado también como un individuo solitario y un tanto excéntrico. El Ben de la infancia (Brandon Crane) se nos presenta como el niño víctima de las burlas por su gordura, pero no sólo eso, vive de prestado en la casa de una tía que les acoge junto a su madre tras la muerte en la guerra de su padre. Veamos una descripción que Stephen King nos hace en su libro: 

allá vivía una hermana de mi madre que se ofreció a hospedarnos hasta que saliéramos del paso. No fué muy agradable. Mi tía Jean era una maldita avara que se pasaba la vida diciéndole a uno cuál era su lugar en el gran plan de las cosas y que suerte teníamos que mi madre tuviera una hermana tan caritativa y que suerte la nuestra de no vernos obligados a depender del subsidio de paro y todas esas cosas. Yo estaba tan gordo que le daba asco. No me daba tregua: Ben, tendrías que hacer más ejercicio. Ben te dará un ataque cardíaco antes de los cuarenta años si no bajas de peso. Considerando que en el mundo mueren tantos niños de hambre, Ben debería darte verguenza [...] Lo curioso es que tambiñen sacaba a relucir a los niños muertos si no dejaba el plato bien limpio, 

No es de extrañar que de camino a Derry el arquitecto, ahora delgado y bien parecido manifieste que se siente digerido por su propio pasado.

Probablemente Ben sea el más difícil de determinar, si bien su tendencia al alcoholismo, su incapacidad afectiva (como le reconoce en un momento a Beverly) nos hace pensar en un más que probable mecanismo neurótico de compensación, es decir, compensar deficiencias reales o imaginarias destacando en otros campos. La soledad afectiva con la que creció Ben es compensada por la inteligencia que ya muestra desde los primeros instantes y que le llevan a destacar como adulto como el gran arquitecto que es. Pero el problema es obvio, compensar no significa equilibrar, con lo cual el problema de base sigue esencialmente irresuelto.


- Eddie Kaspbrack: la retroflexión somática (la vuelta contra sí).



Eddie (interpretado por Dennis Cristopher) es un adulto que en la película sigue en el mismo estado que cuando niño (interpretado por Adam Farizl), es decir, un niño fagocitado por su madre (en el libro Eddie esta casado con otra mujer a la que se define como "estar casado con su madre") que ha creado un negocio de alquiler de limusinas. Eddie corresponde exactamente al niño que, en palabras de Jung, es víctima de una madre que:

... primero vive para los embarazos y luego pegada a sus hijos, pues sin ellos no tiene razón de ser [...] El eros está sólo desarrollado como relación maternal; como relación personal es, a cambio, inconsciente. Un eros inconsciente se presenta siempre como poder, por lo que este tipo, a pesar de su exhibición de autosacrifcio maternal, es incapaz de llevar a cabo ningún verdadero sacrificio, antes bien, con una en ocasiones despiadada voluntad de poder, hace prevalecer su instinto maternal hasta destruir la personalidad y la vida personal de sus hijos. Cuanto más inconsciente de su propia personalidad es una madre de ese género, tanto mayor y más desaforada es su insconsciente de voluntad de poder. [3]

Es significativo que mientras Eddie realiza su viaje de retorno a Derry manifiesta explicitamente una sensación: El hogar es el sitio donde, cuando vas, tienes que enfrentarte finalmente a eso escondido en la oscuridad. Mostrándosenos nuevamente esa inevitable relación de lo familiar con lo siniestro.

Producto de la presión materna y de una imago materna introyectada altamente posesiva y controladora, Eddie está bajo constante presión de tener que evitar los impulsos agresivos que en él se manifiestan... Es por ello que observamos en él un caracter esencialmente retroflector (la vuelta contra sí del psicoanálisis).

- Mike Hanlon: el aislamiento (o la retroflexión narcisista)


El Mike Hanlon adulto (interpretado por Tim reid) vive solo en una modesta casa y es el bibliotecario de Derry. Es el único del grupo que continuó en la ciudad derivando así, como veremos más adelante, en la memoria del grupo: el que puede recordar. El Mike de la infancia (Marlon Taylor) se corresponde al chico de color que, a parte de las condiciones míseras de existencia, es víctima de las actitudes y persecuciones así como serias amenazas  racistas por parte de algunos otros chicos como veremos más adelante. Mike, desde muy joven, siente un profundo interés por la historia de Derry y, desde muy pronto, empieza a descubrir extrañas historias sobre la ciudad que parecen suceder periódicamente y la también extraña actitud de sus habitantes hacia ellas, como si les dominara una extraña amnesia (represión, o incluso negación).

Mike Hanlon se nos presenta como un hombre refugiado en sí mismo y en su pequeño mundo... sin grandes necesidades ni deseos... refugiándose en su biblioteca con un cierto aire de autosuficiencia, aspectos que, finalmente, caracterizan el mecanismo neurótico de defensa del aislamiento o, como decimos en gestalt, de la retroflexión narcisista (a diferencia de la somática que sería el caso de Eddie Kaspbrack)

- Richi Tozier: la desviación o deflexión.


Richie Tozier (Harry Anderson) es un cómico y showman de la televisión que también vive sólo, si bien es obvio que es un artista de éxito. Corresponde al típico chico (interpretado por Seth Green) hiperactivo y que se esconde de su miedo a través de la ironía, el chiste y la broma... Aunque su perfil no está tan desarrollado como los demás forma parte también del chico que es blanco de los abusos de los más fuertes y, aunque brevemente, en la obra de Stephen King se muestra la incomprensión con la que viven sus padres su extraño, hiperactivo e impertinente caracter.

Richi Tozier construye su defensa a través de la desviación o desplazamiento, o como decimos en Gestalt, del mecanismo neurótico de defensa de la deflexión, es decir desenergetizando a través de distintas maneras de desviación los contenidos perturbadores a otros que no lo son.

- Stan Uris: la intelectualización.



Stan Uris es el chico (interpretado por Ben Heller) que, de manera parecida a Mike Hanlon, sufre la discriminación por judío: Los chicos le llamaban Stanley Urina. "Eh, Urina. Eh maldito asesino de Cristo. ¿A dónde vas? ¿A que uno de tus amigos maricones te la chupe". Refugiado en la fuerza de la razón es el que más se opone a los hechos terrorificamente fantásticos que todos ellos se ven obligados a vivir. Es presisamente debido a la excesiva rigidez de su refugio en lo racional que el adulto en el que se ha convertido (Richard Masur), satisfechamente acomodado y feliz con su pareja, que la llamada de Mike Hanlon convocándolo para cumplir la promesa le lleva a no resistir esa nueva confrontación con el horror y se suicida. Él es la primera víctima de IT. En la reunión en la que se juntan por primera vez de nuevo los perdedores ahora como adultos Eddie dice de Stan:   

Stan era [...] una persona ordenada, de las que tienen sus libros separados en obras de ficción y no ficción... y por orden alfabético en cada caso. No recuerdo dónde estábamos ni que hacíamos, pero creo que fue hacia el final de las cosas. Dijo que podía soportar el miedo pero que detestaba estar sucio. Para mi, esa era la esencia de Stan. Tal vez la llamada de Mike fue demasiado. Tal vez vio sólo dos opciones: conservar la vida y ensuciarse o morir limpio. Tal vez la gente no cambia tanto como pensamos. Quizá... quizá sólo nos volvemos más rígidos.

La historia de Stan es la de la persona que refugia su historia de dolor y verguenza en el esfuerzo a  través de la intelectualización (como mecanismo neurótico de defensa), y que antes de permitir que la frontera que se constituye entre el orden y el caos, entre lo consciente y lo inconsciente pueda aflojarse elige esencialmente morir.

- Apunte final.

Observemos que, curiosamente, ninguno de ellos mantiene, con la excepción de Bill y Stan relaciones de pareja satisfactorias, y que ninguno de ellos tiene hijos... Todos andan refugiados en unas vidas en general carentes de sentido a pesar de sus éxitos más o menos profesionales, pero en todos ellos se intuye algo de profundamente insatisfactorio con su propia vida, una insatisfacción hecha de una huída hacia delante cuando no de un estancamiento vital (¿No es acaso esto en lo que acaba desembocando lo neurótico?).

III. UNA REFLEXIÓN FINAL SOBRE EL ALMA INFANTIL.


Pennywise representa a la perfección esa relación de lo siniestro con lo familiar, la imagen de algo que relaciona lo infantil con lo estrechamente familiar a la vez que también lo horroroso. Hay que hablar claro y sin rodeos, y tampoco sin recurrir a los extremos. Hay un Pennywise que acecha a cada niño durante su infancia y primera adolescencia. ¿Dónde se halla Pennywise? Como dice Benedetti:  la gallina asesinada por los garfios de la misma buena parienta que nos arropa al comienzo de la noche. El rostro amable del cuidador (padre, madre, abuelo o abuela, tio o tía, educador, entrenador, canguro, etc) puede, de repente, transformarse en el rostro devorador del alma infantil. ¿O acaso no es para una psique, para una alma infantil, horroroso sufrir la humillación, la violencia, el chantaje emocional, la decepción, la indignidad de la vejación, el cuestionamiento de la afectividad, la manipulación interesada que trata de condicionarla, el abuso, el maltrato, el mundo incomprensible del adulto que le rodea con todas sus manifestaciones, a veces brutales, tan ignorantes de la sutil fragilidad y vulnerabilidad que hay tras cada niño desde que es ya un bebé? Eso nos hace reflexionar la película IT y el libro de Stephen King al estilo de lo que Zizek nos comenta acerca de la presencia de los pájaros en la película de Hitchcock, y donde el payaso Pennywise y el horror que habita Derry dan  forma a una discordia fundamental en lo real, una tensión irresuelta en las relaciones intersubjetivas [12] que, en este caso, tienen como figura a la relación e influencia del mundo adulto sobre el mundo infantil caracterizada por una sorprendente falta de empatía y sensibilidad, una reflexión que se halla tan clara en los versos de Benedetti dedicados a esa "podrida infancia" que guste, o no, también existe.



Pennywise, entre lo familiar y lo horroroso: LO SINIESTRO


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[1] Las citas del libro lo son de: King, Stephen. IT (Eso). Editorial debolsillo.
[2] Freud, Sigmund. Lo siniestro (1919). Biblioteca Nueva, OC Volumen III, pág.2503
[3] Jung, C. G.  Obras completas, vol. 9/I Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Los aspectos psicológicos del arquetipo de la madre. Editorial Trotta, pág. 84
[4] Zizek, Slavoj. Mirando al sesgo. Una introducción a Jacques Lacan a través de la cultura popular. Espacios del Saber, 12. Editorial Paidós, págs. 164