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domingo, 20 de marzo de 2022

THE TALE (Jennifer Fox, 2018): La complejidad emocional de un abuso sexual de infancia.

Teníamos un sueño, un sueño precioso. Íbamos a llenar el vacío que había en nuestras almas con el amor del otro. Pero como muchos sueños, en la realidad no se sostienen, (Jenny)

The Tale (Jennifer Fox, 2018), es una gran película que trata un tema tan delicado como los abusos sexuales de infancia, y que cuenta con el detalle que su argumento se basa en la propia historia de los abusos que sufrió su directora. La película cuenta con excelentes interpretaciones, encabezadas por una brillante Laura Dern en el papel de Jennifer Fox, seguidas de las de Jason Ritter (Bill Allens), Elisabeth Debicki (Mrs. G), Ellen Burstyn (Nadine, la madre de Jennifer), Isabelle Nélisse (Jenny, a los 13 años) y Frances Conroy (Mrs. G. ya anciana).

La historia parte de las continuas llamadas que la madre de Jennyfer le hace a su hija hablándole de un cuento que escribió a los 13 años para la escuela, y del que parece sospechar que indica que algo ocurrió en aquella época. Al principio Jennyfer no parece hacerle mucho caso hasta que recibe ese cuento en su casa y lo empieza a leer. Sorprendida desde que empieza su lectura, llama a su madre, quien le dice:

¿Tú has leído lo que escribió tu profesora en la última página? Léelo, corre - "Si todo lo que explicas resulta ser cierto yo considero que se están aprovechando de tí unas personas más mayores que tú. Aunque está claro que estás desarrollando una serie de emociones que te están llevando a ser una mujer."

Así se inicia la historia de Jennyffer y Jenny que será una historia que le llevará a reestructurar lo que ocurrió con un entrenador suyo, Bill Allens, y una profesora de equitación llamada Mrs. G, cuando tenía 13 años.

I. LA DISOCIACIÓN.

La disociación es un mecanismo de defensa relacionado con vivencias traumáticas de infancia que se caracteriza por ejercer un distanciamiento en relación con las graves experiencias físicas y emocionales sufridas en estas situaciones, distanciamiento que tiene que entenderse como una escisión de ciertos contenidos, relacionados con estas experiencias, del resto de la psique. Como observaremos en la película, Jennyfer (así la llamaré cuando me refiere a ella como adulta, y Jenny cuando pequeña) tiene un tipo de disociación llamada amnesia disociativa, y más concretamente, una amnesia disociativa sistematizada, que se caracteriza por eliminar un cierto tipo de información relacionada con personas vinculadas a la vivencia traumática. Este será el caso de Jenny, quien sufrió abusos sexuales por parte de su entrenador Bill Allens, y también de su profesora de equitación Mrs. G (quien con Bill realizaban tríos y cuartetos con las niñas), y quien también le suministraba al primero otras niñas pre-adolescentes.

Pronto observamos en Jennyfer ciertos aspectos característicos de la disociación como, por ejemplo, que al recordar aquellos días no se ubica en los 13 años, si no a los 15. Ella misma se sorprende de ver una fotografía suya a los 13 años relacionada con la escritura del cuento. Durante la película, seguimos observando elementos disociativos como la visión idealizada de ambos personajes, o la idea, que mantiene en varias ocasiones, de que ella tuvo una relación con Bill, no un abuso, con la consiguiente resistencia a reconocerse como víctima.




En Jennyfer, la narrativa de su pasado es una narrativa para sobrevivir que se caracterizará por su romantización de la historia. La manera en que se puede hacer sostenible lo vivido es reconstruyendo la historia de una manera que la haga sostenible, y para eso hay que recurrir a la eliminación de las vivencias más dolorosas y que sitúan la vivencia en un contexto muy distinto.

La historia de Jennyfer también nos permite reflexionar sobre los abusos producidos en un momento del desarrollo de una niña especialmente vulnerable como es la preadolescencia, donde el abuso sexual es habitualmente acompañado de un abuso afectivo en el que el abusador especula con los sentimientos nacientes como dice el comentario de la profesora que escuchó el cuento: "estás desarrollando una serie de emociones que te están llevando a ser una mujer."

I. SOBRE JENNY Y SU ENTORNO EN LA INFANCIA.

En un momento dado, Jennifer, que es profesora en la Universidad, a parte de una gran documentalista, dice de sí misma y de su infancia a su clase:

Yo era una mucha supertímida que se sentía invisible... en mi casa, en el colegio, de modo que tuve aprender a adaptarme. Conseguí desarrollar sola la habilidad de ser un camaleón para así poder encajar en el mundo de los demás, en su entorno... y tener amigos.




Efectivamente, así se nos presenta Jenny a sus 13 años, tímida e insegura, en un entorno familiar con varios hermanos, una madre desbordada, una abuela controladora (madre de la madre) y un padre entre ausente, un tanto despreocupado y molesto con la presencia de la abuela "en su casa". Jenny, efectivamente, se siente invisible en su familia. Su percepción la deja muy clara cuando les dice a Bill y Mrs. G, cuando estos le comunican que son amantes: "No quiero que seáis desgraciados como mis padres." En unas cartas que se escribieron con Bill en las vacaciones de verano, se lee: "Odio estar en casa. Incluso en un lugar tan bonito como este mis hermanos y hermanas nunca dejan de pelearse. Mi hermana y mi abuela les gritan constantemente. Es más fácil ser infeliz en este mundo y es que me han grabado a fuego que en realidad soy yo la egoísta. Yo cojo y ellos dan." 

Evidentemente esta situación favorece dos elementos fundamentales en su posterior abuso: la desconfianza en el entorno familiar y la idealización, con la consiguiente entrega de una confianza plena, de Bill y Mrs. G. También observamos como en estas situaciones la familia reacciona inadecuadamente, y como ciertas normas son aceptadas tácitamente en detrimento de la obviedad de los hechos. En una escena de la película se revela la siguiente secuencia:

1) La abuela ve una noche como al traerla Bill a su casa éste la besa.

2) La advierte que se lo dirá a sus padres, pero luego no lo hace, como revelará la sorpresa de la madre cuando Jennyfer le pregunta por ello.

3) Nadine, la madre de Jenny, tenía serias sospechas sobre lo que ocurría en la relación de Jenny con Mrs. G y Bill pero, como advierte Jenny, se dejó llevar por la actitud de su padre. Como le dice a Nadine "mamá, tu sabías algo, se lo dijiste a papá y le restó importancia. Cumplías las normas de papá...", lo que  su madre reconoce.

Como consecuencia de todo, Jenny se quedó sola frente a la manipulación emocional y afectiva que Bill y Mrs. G realizaron con ella.



II. SOBRE BILL Y MRS. G.

Bill y Mrs. G se presentan como las abusadores que manipulan a través de la generación de confianza a una preadolescente insegura y que demuestra abiertamente que su familia no es un lugar de confianza para ella. Ambos representan el papel de los "cuidadores amorosos" que le dedican el tiempo y el reconocimiento que su familia no le da, y sobre el que se establecerán los abusos sexuales y afectivos. 

1) La estrategia que siguen, tras observar a la pequeña Jenny durante el período de tiempo en el que se ejerce en la equitación, empieza por reconocer su esfuerzo en el trabajo, a lo que sigue aprovecharse de la idealización que Jenny muestra hacia ellos. El cuento empieza de la siguiente manera:

Me gustaría empezar esta historia contando algo realmente hermoso. He conocido a dos personas muy especiales que cada vez quiero más. Imaginad a una mujer que está casada y a un hombre que está divorciado compartiendo sus vidas como dos grandes amigos, queriéndose el uno al otro con toda su alma, pero sin que sus cuerpos lleguen a rozarse. Siento que como formo parte de los dos. Tengo la enorme suerte de poder compartir su amor, Cuando me alejo de ellos, la tierra parece sacudirse y temblar y, a veces, temo precipitarme.



2) A esta estrategia de ganarse su confianza se suma la de "compartir un secreto", cuya función es preservar la relación del exterior. En una comida que Bill y Mrs. G la invitan ambos le confiesan que son amantes, y tras alegrarse Jenny de que se tengan el uno al otro (no como los desgraciados de sus padres), se establece ese vínculo estrecho que se formula a partir de "no hay secretos en esta mesa" (como dice Bill) lo que, indirectamente, se transforma en las verdades de esta mesa son un secreto para el resto del mundo. Jennyfer reflexiona acerca de este día diciendo: "¿Cómo supieron que podían confiarme su secreto, qué jamás traicionaría su confianza? Las otras niñas lo habrían contado. Yo jamás se lo habría dicho a mis padres ni a otros adultos. Fue como un juramento implícito, y se sentía orgullosa de ello."

Este pacto sella la base de los abusos sexuales que sufrió Jenny, base que se fundamenta en el abuso afectivo por parte de Bill y Mrs. G al ofrecerle una relación basada en un aparente amor. Jenny, ya de adulta, responde ante una pregunta inoportuna de su madre acerca de si "le gusto" (refiriéndose a los abusos):

Nadine: Hay algo que quiero preguntarte desde que leí tu historia. ¿Te gustaba?
Jenny: Mamá... Era una niña. ¿Por qué me haces esa pregunta?
Nadine: ¿Es que no alcanzo a entender porque sigues volviendo a aquello?
Jenny: Me daba algo distinto.
Nadine: ¿Qué, dilo, quiero saberlo?
Jenny. Amor. Quería que alguien pensase que yo era especial.

La madre añade el cambio que se registró en Jenny tras acabar todo aquello: "te volviste una promiscua. Te acostabas con toda clase de hombres. Extranjeros, hombres casados. Sus mujeres te daban igual. No te importaba". Jennyfer lo justifica como que, a diferencia de ella (que siempre vivió con el mismo hombre), no quería limitarse de aquella manera. No obstante, y tal y como los acontecimiento se van desarrollando en la película, parece obvio que si parece una reacción a lo sucedido.

3) Tras ganarse la confianza de Jenny, la historia sigue con la preparación, por parte de Mrs. G, para que Jenny se quede sola con Bill, y para que este pueda continuar ganándose su confianza, efectivamente, a base de hacerla sentirse alguien muy especial, hasta que empiezan a darse los abusos. 



III. LA ROTURA DE UN SUEÑO

La defensa de la narrativa de lo sucedido llevará a Jennifer a sostener en varias ocasiones que lo que hubo en aquellos días fue una "relación", negándose constantemente a aceptar que lo que se produjo fueron unos abusos con violación. En una discusión con Martin (interpretado por Common), su pareja, quien le insiste en que lo sucedido fue una violación, se establece el siguiente diálogo:

Jennyfer: Era en los setenta. La gente no hablaba de ello así.
Martin: Mira nena, los setenta, los ochenta, eso da igual. No quiero que lo justifiques.
Jennyfer: No intento justificarlo, de acuerdo. Se trata de mi infancia y entonces me pasaron cosas, y es algo que, bueno, sólo digo que fue complicado.
Martin: Lo defines como una relación, pero era un adulto.
Jennyfer: Era mi entrenador.
Martin: ¿Y qué tiene eso que ver? Tenía 40 años. Tenía mi edad, él se aprovechó de una niña.
Jennyfer: Mi amor, fue algo importante para mí e intento averiguar por qué. Fueron personas importantes para mí

[...]

Martin: ¿Por qué buscarlos, fuiste su víctima...? Oye, no estoy diciendo...
Jennyfer: ¡Basta! ¡No soy una víctima! ¡No necesito que tú ni nadie me tache de víctima, no tienes ni puta idea sobre mi vida!

Aquí tenemos la idea de fondo de el abuso afectivo al que fue sometida. Ya no se trata sólo de los abusos sexuales, sino del abuso afectivo de hacerla creer amada a una niña que amaba a su abusador con toda su alma. Para Jennyfer, asumir el ser víctima de los abusos de Bill y Mrs. G es romper la ilusión de amor que vivió.

Sin embargo, poco a poco, la película nos permite observar como la ilusión se va rompiendo al descubrir que Bill, un verdadero depredador sexual, había hecho lo mismo con otras niñas y jóvenes, y que Mrs. G era "básicamente el gato que le lleva los ratones a él". Poco a poco, y a través de distintos contactos de aquellos días, que incluyen a una anciana Mrs. G, los recuerdos van estableciéndose y Jennyfer  comprueba la manipulación de la que fue objeto: "Jenny, lo que nos gustaría hacer es explorar nuestro subconsciente para hacerlo consciente juntos, en nuestra familia", como excusa para hacer un cuarteto con otra joven llamada Iris.



Sin embargo, mientras avanza la película, y con unas imágenes muy expresivas, se nos muestra el alma rota de Jenny entre el supuesto amor de Bill y Mrs. G y los abusos sexuales de los que es objeto. Pronto su cuerpo, a través de vómitos,  empieza a registrar esa situación, hasta que al final la lleva a dejar a Bill y a Mr. G. justo cuando la tenían que pasar a recoger para hacer el cuarteto con Iris. Jenny se siente profundamente mal y no puede ir. Su madre la acuesta y: "Sólo un par de horas más tarde mi dolor de tripa había desaparecido completamente. Mi cuerpo me había dicho lo que mi mente se había negado a aceptar", e inmediatamente añade: "Estoy cansada, demasiado cansada. Cansada de una manera que me da miedo. Ese miedo es EL MIEDO DE UN SUEÑO ROTO."

IV. DE LA DISOCIACION A LA ASOCIACIÓN.

La película acaba con la asunción final de la verdadera narración que aconteció en aquellos días. Jennyffer acaba buscando a Bill y lo encara en una fiesta en la que se le entrega un premio por su labor como entrenador. Antes, no obstante, asistimos también al dolor de Nadine, una madre que no supo proteger a su hija: "Fracasé, yo no quería que fuera cierto, me dije a mi misma que no podía ser cierto. Fracasé en lo más importante que una madre debe hacer, proteger a su hija. Lo siento muchísimo." El final es muy interesante en lo que podríamos llamar la historia que Jenny intentó conservar para sobrellevar lo que verdaderamente ocurrió, y la Jennyfer mujer que ha ido recorriendo el viaje de retorno para contemplar lo que realmente sucedió. El encuentro entre ambas muestra la resistencia de Jenny por aceptar la verdad que Jennyfer le ofrece, y que al mismo tiempo es necesario aceptar:

Jennyfer: Me mentiste. Todos estos años me dijiste que había sido algo bueno.
Jenny: Y lo fue. Saqué un 10 (refiriéndose al cuento que escribió).
Jennyfer: ¿Un 10? ¿Crees que eso importa? No hace que esté bien.
Jenny: Prefieres que sea una víctima patética. Pero sabes qué, no lo soy. Tengo algo que nadie más tiene. Ahora soy la maestra, no una niña invisible.
Jennyfer: Jamás te casarás.
Jenny: Yo no quiero casarme. Es que no me has escuchado.
Jennyfer: Nunca tendrás hijos.
Jenny: Odio a los niños. No quiero tener hijos, estoy segura. Pero si sé una cosa, él me quería. Lloró... lloró, ¿no lo oíste? Y durante años me envió cartas. ¿Lo ves? yo no soy la víctima de la historia. Soy la heroína, él se derrumbó.

(Estas dos últimas ideas son potenciadas por Bill partiendo del entorno familiar de Jenny, y de su estilo de manipulación para llevar a Jenny donde él quería)

Jennyfer: Fuiste incapaz de plantearte que sus vidas continuarían sin tí. ¿Qué pudo haber más? Los congelaste en el tiempo ¿verdad? Pero sabes, él sigue vivo y voy a ir a verle.
Jenny: ¡No!

La película sigue con la confrontación de Jennyfer con Bill en medio de su fiesta para desvelar lo que sucedió y una frase final ante un Bill que huye de la situación: ¡TU ERAS EL ADULTO! Y acaba con la imagen de Jennyfer y Jenny juntas: la historia se cierra. Mujer y niña se unen al integrar lo sucedido.


Película que nos permite enfrentar la complejidad emocional que rodea a una niña, y a la futura mujer en la que se convierte, cuando es sometida a este tipo de abusos donde el abuso sexual es acompañado de un abuso afectivo.
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